Se abre concurso arquitectónico para construcción del futuro LUGAR DE MEMORIA en Lima

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Concurso arquitectónico para la construcción del Lugar de Memoria abre del 1 al 15 de febrero 2010
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(Lima, 28 de enero de 2008) Este miércoles 27 de enero, el presidente de la Comisión de Alto Nivel para el Lugar de la Memoria, Mario Vargas Llosa, ofreció una conferencia de prensa informando acerca de los detalles y fechas del concurso de ideas arquitectónicas para el diseño del futuro “Lugar de la Memoria”.

El acto tuvo lugar en la sede de la Academia Diplomática del Perú en presencia de los siete miembros de la Comisión y del Alcalde de Miraflores, Manuel Masías, cuyo Concejo municipal acordó por unanimidad la cesión de un terreno para la construcción del edificio.


Vargas Llosa enfatizó que el proyecto arquitectónico deberá satisfacer la exigencia de construcción de un lugar destinado a la dignificación de todas las víctimas, a la reflexión de la trágica experiencia generada por el terrorismo y a la promoción de la reconciliación entre los peruanos.

El escritor reiteró que la futura institución no servirá de cobijo para ningún tipo de agenda política, ni menos para atenuar el repudio del terrorismo o denigrar a las Fuerzas Armadas. Distinguiendo entre las críticas formuladas por sectores fanatizados y las reservas de ciertos ciudadanos mal informados, el presidente de la Comisión se dijo persuadido de que el trabajo y sus resultados finales terminarán por convencer a los a los actuales detractores de buena fe.


También afirmó que el futuro Lugar de la Memoria deberá expresar el grave error que consistió en creer “que se podía combatir el terrorismo con terror”. El escritor explicó que se ha preferido el término “Lugar” en vez de Museo, para no dar la impresión de que su contenido museográfico es sólo un asunto del pasado, que no requeriría investigación plural y constante vigilancia ciudadana.

Después de su intervención, el arquitecto Frederick Cooper, miembro de la Comisión y Consultor del Concurso, ofreció alcances sobre los aspectos técnicos de la convocatoria y presentó el cronograma que se inicia con la divulgación de las bases, que serán difundidas el 1 de febrero en la página web de la sede peruana del Programa de Naciones Unidas para el desarrollo: http://www.pnud.org.pe/

Cooper afirmó que el Jurado designado garantiza la plena transparencia del Concurso, del que saldrá el diseño de un área total techada de 3.100 m2. Asimismo, el Consultor declaró que los miembros del Jurado “tienen la categoría profesional y la notoriedad requeridas para honrar cualquier concurso arquitectónico a nivel mundial”. El jurado está compuesto por dos arquitectos peruanos, José García Bryce y Wiley Ludeña, y tres eminentes arquitectos extranjeros: el italiano Francesco Dal Co, el británico Kenneth Frampton y el español Rafael Moneo.

Los arquitectos habilitados a trabajar en el Perú pueden inscribirse hasta el 15 de febrero y formular consultas hasta el 26 de febrero, las mismas que deberán ser transmitidas a la siguiente dirección electrónica: elproyectodelamemoria@gmail.com



La Resolución 1325: una oportunidad para la paz y la igualdad

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1325 mujeres tejiendo la paz.

Introducción
Autor: Manuela Mesa Peinado
Fuente: CEIPAZ-Fundación Cultura de Paz/Icaria
Año: 2009
Idioma: Español
Tipo de documento: documento oficial
Introducción al libro 1325 mujeres tejiendo la paz, que reúne semblanzas de mujeres de todo el mundo que han realizado una contribución a la defensa de la paz, el desarrollo, los derechos humanos y la resolución pacífica de los conflictos. Descargas. Intro.pdf
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La Resolución 1325: una oportunidad para la paz y la igualdad
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Manuela Mesa Peinado

Este libro está tejido a partir de 1325 historias de vida de mujeres que han trabajado por la paz. Quiere hacer un reconocimiento y rescatar del olvido las historias de muchas mujeres que han sido claves, en su tiempo y en su lugar, en la prevención de las guerras y en la búsqueda de salidas no violentas a los conflictos.

Como dice Carmen Magallón: “En un mundo en el que todavía predomina la mirada arraigada de la experiencia masculina, hablar desde las vidas de las mujeres tiene a veces rango de descubrimiento, de develamiento de un pensar y de un hacer que no son los comunes, que no han podido hacerse comunes por estar ocultos en la niebla de lo que no ha sido dicho en público”.

Se presentan 70 semblanzas que ayudan a conocer el contexto de las mujeres en las situaciones de conflicto, en su lucha por los derechos humanos y la justicia, a favor del desarrollo y la igualdad y contra la impunidad y el olvido.

En la confección de este libro han participado mujeres periodistas, abogadas, académicas, educadoras, economistas y de ámbitos muy diversos, como centros de investigación y educación para la paz, ONG, medios de comunicación y universidades, entre otras. Todas ellas han elaborado cuidadosas semblanzas, que se relacionan y conectan unas con otras, formando redes e interactuando entre sí. Cada texto ha inspirado una ilustración que ha sido elaborada por diseñadores que integran un amplio colectivo y que han deseado unirse al proyecto aportando sus propuestas gráficas.

Las mujeres juegan un papel clave en la construcción de la paz. Durante la guerra, su lucha por el mantenimiento de la vida por encima de otras cuestiones ha sido clave para enfrentarse a la dinámica del conflicto y para encontrar vías para la paz y la resolución negociada. En los procesos de paz y en la fase de rehabilitación posbélica, las mujeres han desempeñado una labor importante en tender puentes entre los grupos enfrentados y en facilitar la reconciliación en las sociedades rotas y, cuando ha sido necesario, han contribuido al apoyo a las víctimas, a través de la verdad, la justicia y la reparación de los crímenes que la guerra produjo. Las mujeres que aquí se presentan son personas cuya trayectoria y experiencia tiene un gran valor: en algunos casos, son mujeres que no han querido someterse ni resignarse a la injusticia, a la prepotencia de la violencia, a la arrogancia del poder o a la insolidaridad. En otros casos, son mujeres pioneras e innovadoras que han practicado el diálogo, han promovido las alianzas y la inclusión en un mundo en el cual la violencia, la exclusión y la humillación siguen siendo parte habitual del ejercicio del poder y de la política. Se trata de mujeres fuertes, que han defendido sus actos con firmeza y que han abierto caminos para sí mismas y para los demás.

Cuando se inician los procesos de negociación, o bien cuando se decide la guerra o el fin de las hostilidades, cuando se firman los acuerdos de paz, cuando se decide cómo reconstruir las sociedades rotas tras la guerra y cómo sentar las bases institucionales y jurídicas para lograr una paz sostenible y duradera, las mujeres son habitualmente ignoradas y excluidas de los procesos de toma de decisiones. Por lo tanto sus necesidades y aportaciones no suelen ser tenidas en cuenta. Las cuestiones de seguridad tienen importantes implicaciones para las mujeres y, por ello, éstas no pueden estar ausentes de las negociaciones de paz, ni de la posterior fase de rehabilitación.

Las semblanzas son un medio para dar visibilidad a la enorme contribución que las mujeres han hecho para la construcción de la paz. Cada historia de vida y trayectoria es única, pero al mismo tiempo representa las vidas de otras muchas mujeres, algunas anónimas, otras conocidas, que forman parte de organizaciones, o bien actúan en redes informales, pero que a menudo comparten principios similares y han utilizado estrategias comunes en su trabajo por la paz. Estas mujeres enseñan a ver el mundo de otra manera: venciendo los prejuicios, asumiendo riesgos, buscando la coherencia en las formas de actuar y en la manera de estar en el mundo. Cada una de ellas merecería semblanzas más extensas, quizás hasta un libro completo. Hay muchos hilos invisibles que conectan las historias de vida de unas con las de otras en el quehacer diario, tanto las que aparecen en este libro como las que no se han podido incluir. Con esta publicación queremos dar un mayor relieve a su trabajo por la paz, estableciendo nexos entre ellas, creando un tejido nuevo formado por las autoras de las semblanzas con las protagonistas y sus historias de vida.

Se presentan 1325 nombres de mujeres implicadas en los procesos de construcción de la paz y 70 semblanzas de mujeres de todo el mundo. El listado se ha elaborado de forma colectiva, incorporando sugerencias y propuestas de distintas personas e instituciones. Se trata de un tejido inacabado, abierto a nuevas ideas y contribuciones. Sabemos que 1325 mujeres son un gran número, pero es tan sólo una representación de una cantidad ingente de mujeres que en el día a día trabajan por la paz y para construir un mundo mejor. Por esto, este libro extiende sus páginas, las multiplica y amplía, a partir de un portal web que recoge todo aquello que por motivos de espacio y concepto no pudo ser incluido en la publicación impresa. De este modo, libro y web se retroalimentan mutuamente y permiten que el proyecto siga vivo, dinámico, incorporando nuevas semblanzas, vinculándose unas con otras para lograr un tejido aún más rico y diverso que dé soporte al trabajo de las mujeres por la paz.

Las semblanzas están organizadas en cuatro bloques, que son flexibles pero que ayudan a organizar las experiencias de unas y otras mujeres. El primer bloque aborda, a partir de las historias de vida, el ciclo de los conflictos, desde la prevención hasta los procesos de negociación, la rehabilitación y la reconciliación. Mujeres como la austriaca Bertha von Suttner, que desafió las convenciones de su época y cuestionó el militarismo, para decir “abajo las armas”. Como Cora Weiss, que a partir del Llamamiento de la Haya por la Paz lleva impulsando desde hace años un programa de educación para la paz por todo el mundo. Como Rachel Corrie, que denunció los atropellos diarios y la violencia sistemática a la que son sometidos los palestinos, y que fue aplastada por un tanque israelí cuando se manifestaba pacíficamente contra la ocupación. Como Elizabeth Eidenbenz, que creó una maternidad en Elna (Francia) para asistir a las mujeres exiliadas embarazadas, al finalizar la Guerra Civil Española. Estas son, entre otras, algunas de las mujeres presentadas en esta sección.

El segundo bloque se refiere a los derechos humanos y la justicia, que abarca las acciones de miles de mujeres en busca de la verdad, la justicia y la reparación, y en la lucha contra la impunidad. Mujeres como Carla Del Ponte, comprometida con la justicia con las víctimas. Como Estela Barnes de Carlotto, de las Abuelas de la Plaza de Mayo, que ha buscado de forma incansable a las personas desaparecidas y a las víctimas de la dictadura argentina, para que no caigan en el olvido. Como Anna Politkóvskaya, ferviente militante del diálogo que no cesó de denunciar las violaciones de los derechos humanos que se producían en Chechenia, hasta que fue asesinada. Como Shirin Ebadi, que desafía al régimen de los ayatolás, que excluye, margina y reprime a las mujeres, promoviendo cambios legislativos, e impulsando reformas desde dentro para construir la democracia en su país.

La participación política es el eje del tercer bloque. Las mujeres están escasamente representadas en las instituciones democráticas. A pesar de las dificultades que enfrentan las mujeres para una mayor participación política, se han identificado aquellas que han pasado por la política y desde su posición de poder han jugado un papel relevante en la construcción de la paz. Mujeres como Aung San Su Kyi, confinada en su casa por los militares birmanos, que renunció a una vida cómoda en Inglaterra para luchar por la democracia en su país desde la resistencia pacífica y la no violencia. Como Marcela Lagarde, que sacó a la luz el problema de los feminicidios en Ciudad Juárez (México) y que logró que se aprobara una Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia. Como Rigoberta Menchú, que ha logrado que las reivindicaciones de los pueblos indígenas sean tenidas en cuenta desde el ámbito político.

La cuarta sección se refiere al desarrollo humano y sostenible, esencial para construir un mundo en paz. Las mujeres que se presentan han trabajado en la educación, en la reducción de la pobreza, en garantizar la salud y en proteger el medio ambiente. Mujeres como Wangari Maathai, que al grito de harambee —que significa “todos a una”— ha logrado plantar más de 30 millones de árboles en Kenia, y así recuperar zonas devastadas. Como Arundhati Roy, que con sus libros ha sabido dar valor a la resiliencia: la capacidad de los excluidos de resurgir de sus propias cenizas. Como Domitila Barrios, una de las mujeres líderes de los movimientos mineros de Bolivia, que a sus 75 años sigue su lucha por mejorar las condiciones de vida de los que trabajan en la mina.

Cada semblanza va acompañada por una ilustración, con el deseo de invitar a un diálogo entre las palabras y las imágenes. Se trata de utilizar así diferentes formas de contar las historias de estas mujeres, también desde el color de la diversidad y la belleza de las líneas. Éstas han sido realizadas en colaboración con la Bienal Iberoamericana de Diseño (BID), que reúne a diseñadores de España y América Latina, y que bajo la coordinación de Unocomunicación han dado una mayor riqueza comunicativa a cada semblanza.
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La Resolución 1325 sobre el papel de las mujeres en la construcción de la paz

“1325 mujeres tejiendo la paz” es un proyecto colectivo, que tiene por objetivo dar a conocer la Resolución 1325 y facilitar el conocimiento y la puesta en acción de una serie de medidas concretas que permitan avanzar en la protección de las mujeres en las situaciones de conflicto y favorecer su participación en las negociaciones de paz y en los procesos de rehabilitación posbélica. Aunque el Consejo de Seguridad había abordado en distintas ocasiones la extrema violencia que sufren las mujeres en las situaciones de conflicto, no fue hasta octubre del año 2000 cuando, por primera vez en su historia, adopta una resolución que reconoce a las mujeres no sólo como víctimas, sino también como actores claves en los procesos de paz y en la rehabilitación posbélica. La Resolución 1325 exhorta al Secretario General y a los Estados miembros a actuar para lograr una mayor inclusión de las mujeres en los procesos de negociación de la paz y en la reconstrucción y reconciliación posbélica. Reconoce que “la paz está intrínsicamente unida a la igualdad entre hombres y mujeres” y el “acceso pleno y la participación total de las mujeres en las estructuras de poder y su completa implicación en los esfuerzos para la prevención y la resolución de conflictos son esenciales para el mantenimiento y la promoción de la paz y la seguridad”.

La aprobación de esta Resolución fue el resultado de muchos años de trabajo por parte de las organizaciones de la sociedad civil en torno al impacto de los conflictos armados en las mujeres, y sobre el papel activo que ellas jugaban en los procesos de negociación y de rehabilitación posbélica. La coordinación de diversas organizaciones sociales, de desarrollo y de mujeres, tras la Conferencia realizada en Pekín en 1995 sobre Mujer y Desarrollo, permitió la definición de una agenda conjunta para hacer incidencia política sobre esta cuestión en el ámbito internacional. Todos estos elementos contribuyeron a que en el año 2000, como se ha señalado, el Consejo de Seguridad, en aquel momento bajo la presidencia del Ministro de Asuntos Exteriores de Namibia, aprobase por unanimidad la Resolución 1325 sobre el papel de las mujeres en la construcción de la paz.

Esto fue considerado un triunfo por las organizaciones de las sociedad civil, que han convertido la Resolución 1325 en un documento de referencia para exigir a sus Gobiernos y a los actores de la comunidad internacional que se tengan en cuenta las necesidades de las mujeres en los conflictos armados y que se favorezca la participación de las mujeres en los procesos de paz. Y por último, que se garantice la protección de las mujeres y las niñas frente a la violencia por razón de género, particularmente la violación y otras formas de abusos sexuales que se producen en los conflictos armados. Este aspecto ha sido además complementado por la aprobación en junio de 2008 de la Resolución 1820 que condena toda forma de violencia sexual cometida contra los civiles, en particular contra las mujeres y niñas y los califica de “crímenes contra la humanidad”, con todas las implicaciones que esto tiene para el Derecho Internacional.

El papel de las mujeres en la construcción de la paz ha ido ganando espacio en la agenda de las Relaciones Internacionales y actualmente existe un amplio consenso sobre la importancia de introducir la dimensión de género en los procesos de construcción de paz. La cuestión es cómo pasar de las palabras a la acción. La Resolución 1325 establece un marco claro, definiendo las responsabilidades que deben asumir los distintos actores —Gobiernos, Secretario General de Naciones Unidas, organismos multilaterales y organizaciones de la sociedad civil—, pero es necesario que la responsabilidad que ello comporta sea plenamente asumida por cada uno de ellos.

En el ámbito de las Naciones Unidas se han producido algunos avances. En los informes del Secretario General y en los mandatos para las misiones de paz se ha conseguido que se aborden las cuestiones de género, la participación de las mujeres y el problema de las violaciones de mujeres y niñas; se han formulado planes de acción sensibles al género en asuntos de desarme, políticos y humanitarios; y las Naciones Unidas han hecho esfuerzos por coordinar y construir coherencia en su trabajo sobre mujeres, paz y seguridad. Sin embargo, es preciso seguir avanzando, dado que existe un solapamiento de mandatos entre las diferentes agencias de Naciones Unidas, que hacen que se pierdan recursos y se dupliquen actividades de forma innecesaria. También sería necesario avanzar en el establecimiento de mecanismos de rendición de cuentas, estableciendo objetivos de corto, medio y largo plazo para el cumplimiento de los compromisos adquiridos por los Gobiernos. Y una mayor incorporación, por parte de Naciones Unidas, de las mujeres en el rol de mediación y negociación que la institución facilita en algunas situaciones de conflicto. Hasta la fecha, la ausencia de mujeres en este papel ha sido especialmente llamativa.

Algunas agencias de Naciones Unidas, como el Fondo de Naciones Unidas para el Desarrollo de las Mujeres (UNIFEM), han aportado una serie de recomendaciones para facilitar la puesta en práctica de la Resolución 1325. UNIFEM ha planteado la necesidad de crear una base social de mujeres con una agenda que integre la perspectiva de género y su incorporación a las negociaciones de paz. Asimismo, ha propuesto el establecimiento de estructuras que faciliten las aportaciones de las mujeres y proporcionen un apoyo estratégico a lo largo de las negociaciones. Y por último, aboga por abordar las prioridades de las mujeres en los Acuerdos de Paz y asegurar su puesta en práctica. Por su parte, el Instituto Internacional para la Investigación y la Formación para el Progreso de la Mujer (International Research and Training Institute for the Advancement of Women, INSTRAW) cuenta también con un Programa de Género, Paz y Seguridad que da apoyo a las recomendaciones clave de la Resolución 1325 y trabaja para promoverlas con Estados miembros y entidades no estatales.

Algunos Gobiernos han elaborado un Plan Nacional para la puesta en práctica de la Resolución. El Gobierno español aprobó en noviembre de 2007 el Plan de Acción Mujeres y Construcción de la Paz de la Cooperación Española con el objetivo de “promover la igualdad de género e impulsar la participación y el empoderamiento de las mujeres en las acciones de construcción de la paz de la cooperación para el desarrollo”. Esto plantea la necesidad de impulsar la participación de las mujeres como agentes indispensables en los procesos de construcción de la paz y como protagonistas con voz propia, generadoras de desarrollo y de seguridad, tanto en los entornos de violencia como en la vida cotidiana, sin limitarse a identificarlas únicamente como víctimas o como grupo vulnerable.

Es necesario una mejor comprensión de las experiencias de las mujeres y de sus contribuciones a la paz para desarrollar estrategias de construcción de la paz sostenibles. El papel de las mujeres en la construcción de la paz va más allá de la lucha contra la guerra, e incorpora la deconstrucción de las formas estructurales de violencia que existen en la vida diaria. Los principales obstáculos que encuentran las mujeres en su trabajo por la paz se relacionan con la situación de pobreza y exclusión, la falta de oportunidades para tener acceso a la educación o a la salud. Para que la paz sea sostenible debería ser construida sobre la base de la justicia y del respeto de los derechos humanos, y debería incluir a las mujeres en el diálogo y en la toma de decisiones.

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Comentarios finales

Este libro quiere difundir la Resolución 1325 sobre el papel de las mujeres en la construcción de la paz. Hemos asumido el reto de abordar la Resolución 1325 desde las historias de vida de mujeres que han trabajado y trabajan por la paz. Sabemos que las semblanzas conectan directamente con la experiencia vital de las personas, y ello permite apropiarse, y comprender la relevancia que tiene esta Resolución para las mujeres y los hombres en todo el mundo. Hablamos de 1325 mujeres, porque queremos que este número sea asociado para siempre a la contribución de las mujeres en la construcción de la paz. Son 1325 mujeres que han conferido nuevos significados a nuestro tiempo y a nuestro espacio físico y mental. Mujeres que han buscado respuestas creativas a los problemas de violencia en el mundo, que han innovado en su formas de trabajar, que han contribuido a configurar nuevas visiones. Su brillantez y sabiduría, y su fortaleza y rebeldía ante la injusticia, despiertan admiración y nos dan esperanzas en el futuro.

Esta publicación quiere ofrecer una mirada en positivo, dar mayor relevancia y reconocer la labor diaria de muchas mujeres conocidas y anónimas en la construcción de la paz. Cada historia de vida nos ofrece muchos elementos para el análisis, para el aprendizaje, y para la esperanza. Sus trayectorias no nos dejan indiferentes, sino que por el contrario son un alegato por la vida, por la utopía, por crear un mundo pacífico, que movilice e impulse a la acción. Las mujeres presentadas en esta publicación, a pesar de las dificultades enormes que enfrentan, han permanecido y permanecen en su tarea, manteniendo su lucha, cosechando logros y generando esperanza.

“1325 mujeres tejiendo la paz” es un proyecto que ha sido capaz de ilusionar e involucrar a muchas mujeres y hombres. Queremos agradecer a todas las personas que han colaborado para que este libro fuera posible. En esta publicación, como no podía ser de otro modo, las mujeres son las protagonistas y, por esto, las semblanzas han sido realizadas por mujeres que han escrito sobre las historias de vida de otras mujeres. Queremos expresar nuestro agradecimiento muy especial a todas ellas, que con su entusiasmo y dedicación han ido dando forma a esta publicación, ofreciendo formas muy diversas de reflejar las historias de vida, vinculando a otras mujeres al proyecto, difundiendo y ampliando la red, identificando a nuevas mujeres, que han conformado un listado inmenso de nombres y de vidas. También hemos contado con importantes contribuciones masculinas, como las de Juan Gutiérrez, Jordi Armadans, Paco Muñoz, Manuel Dios, Isaías Barreñada, José Antonio Sanahuja, Vicent Martínez-Guzmán, entre otros, que han aportado sus conocimientos, experiencias y contactos. Asimismo, han sido muy relevantes las aportaciones de personas como Cristina Arribe, por sus traducciones y elaboración de textos, Ana Barrero, por su apoyo e ideas para la web, Blanca Rosillo, por facilitar las entrevistas, y otros tantos que por motivos de espacio no podemos mencionar. También queremos expresar nuestro agradecimiento a María Ocaña y Beatriz Castilla del equipo de diseño Unocomunicación, que ha sabido hacer suyo el proyecto y que ha posibilitado la incorporación de una gran riqueza de registros gráficos a las semblanzas, implicando a Bienal Latinoamericana de Diseño (BID), una red de relevantes diseñadores internacionales, que han participado de forma altruista en el proyecto.

Y por último queremos agradecer a Federico Mayor Zaragoza, presidente de la Fundación Cultura de Paz y ex Director General de UNESCO, gran promotor de la cultura de paz, por su apoyo incondicional, sin el cual este proyecto no habría sido posible.
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Uchuraccay: Artículos y textos complementarios

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Los otros de Uchuraccay
Escribe: Juan Gargurevich
26 de enero de 2010
http://tiojuan.wordpress.com/2010/01/23/los-otros-de-uchuraccay/

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El noveno mártir de Uchuraccay
Escribe: Ernesto Chávez
27 de enero de 2010
http://www.cronicaviva.com.pe/content/view/109037/86/

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Uchuraccay
Escribe: Uri Ben Schmuel

27 de enero de 2010
http://www.larazon.com.pe/online/indice.asp?tfi=LRColDirector01&ta=2010&tm=01&td=27

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Cuatro artículos de Juan Gargurevich, enero de 2008
Uchuraccay, después de la tragedia (I)
http://tiojuan.wordpress.com/2008/01/20/uchuraccay-despues-de-la-tragedia-i/
Uchuraccay (II): La Comisión Vargas Llosa
http://tiojuan.wordpress.com/2008/01/21/uchuraccay-dos-la-comision-vargas-llosa/
Uchuraccay (III) Vargas Llosa vs. el Juez Huayhua
http://tiojuan.wordpress.com/2008/01/23/uchuraccay-tres-vargas-llosa-vs-el-juez-huayhua/
Uchuraccay (Final): La otra masacre
http://tiojuan.wordpress.com/2008/01/24/uchuraccay-final-la-otra-masacre/

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"Uchuraccay: La Política de la Muerte en el Perú”
Escribe: Kimberly Theidon y Enver Quinteros Peralta
Febrero 2003 en Ideele: Revista del Instituto de Defensa Legal, No. 269:27-31
http://web.presby.edu/lasaperu/uchurucc.htm
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El caso Uchuraccay en el Informe final de la CVR
Agosto de 2003
http://www.cverdad.org.pe/ifinal/pdf/TOMO%20V/SECCION%20TERCERA-Los%20Escenarios%20de%20la%20violencia%20(continuacion)/2.%20HISTORIAS%20REPRESENTATIVAS%20DE%20LA%20VIOLENCIA/2.4%20UCHURACCAY.pdf

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Uchuraccay: Memoria y representación de la violencia política en los Andes *
Escribe: Ponciano Del Pino H.
11 de octubre de 2001
http://www.cholonautas.edu.pe/memoria/ponciano.pdf

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* “Uchuraccay: memoria y representación de la Violencia Política en los Andes" En el Seminario Internacional, "Memoria y Violencia Política en el Perú", realizado el 11 y 12 de octubre del 200l, pp. 1-3l.

Nuevo año, viejos desafíos - Pilar Arroyo R.P. - Instituto Bartolomé Las Casas


Lima, 25 de enero del 2010
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NUEVO AÑO, VIEJOS DESAFÍOS

Pilar Arroyo R.P.
Instituto Bartolomé Las Casas
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Desde nuestra última entrega (1 de diciembre del 2009) hasta la fecha diversos acontecimientos relacionados con temas de derechos humanos, lucha contra la corrupción y el conflicto amazónico han tenido lugar. Veamos:


I.- A NIVEL DE DERECHOS HUMANOS

1.- La ratificación de la sentencia a Alberto Fujimori

La Corte Suprema confirmó la sentencia de 25 años de prisión al ex presidente Alberto Fujimori por su responsabilidad como autor mediato de los crímenes de Barrios Altos y La Cantuta y los secuestros de Gustavo Gorriti y Samuel Dyer. Por el tipo de delito cometido se le dificulta la posibilidad de indulto pues la ley 28760 prohíbe el indulto, la conmutación de pena y el derecho de gracia presidencial a los condenados por secuestro. Recordemos que hay dos candidatos presidenciales para el 2011 que han ofrecido indultarlos: su hija Keiko y Jaime Bayly.


2.- El Museo de la Memoria avanza

Pese a la oposición de diversos sectores el Museo de la Memoria se va abriendo paso. El 16 de diciembre se realizó la ceremonia de entrega del terreno donde se edificará. En dicha ocasión Mario Vargas Llosa, quién preside la comisión encargada del museo, dijo que “el Museo será la casa de todas las víctimas sin ninguna excepción, sin ningún prejuicio, sin ningún parti-pris ideológico o político”.

Vargas Llosa también hizo una defensa de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR). Es así que manifestó que “la responsabilidad del terrorismo de Sendero, el MRTA y otros grupúsculos fanáticos, en la tragedia que vivió el Perú en aquellos años, quedó probado hasta la saciedad en la investigación, muy injustamente criticada, que llevó a cabo la Comisión de la Verdad que presidió el doctor Salomón Lerner y que muchos de cuyos objetores –dicho sea de paso- no se han preocupado siquiera de leer” ( ).

3.- Las exhumaciones continúan

En Ayacucho se descubrió una fosa con los cadáveres de escolares presuntamente ejecutados extrajudicialmente por las Fuerzas Armadas. Lamentablemente, como en casos anteriores, esta importante labor no fue adecuadamente cubierta por los medios de comunicación.


4.- La falta de reacción ante la aparición de un “escuadrón de la muerte” en Trujillo

La valiente investigación y denuncia del periodista Ricardo Uceda sobre las ejecuciones extrajudiciales de 46 presuntos delincuentes en Trujillo, publicada en la Revista Poder no han ameritado una adecuada respuesta del gobierno ni de la opinión pública.

Más bien nos preocupa lo que nos dice la encuesta nacional de Diciembre del 2009 de la encuestadora Ipsos-Apoyo: “La existencia de un “escuadrón de la muerte” integrado por policías destinado a asesinar a posibles delincuentes en Trujillo genera una preocupante aprobación de cerca de la mitad de la opinión pública, proporción que se incrementa en los sectores populares y fuera de la capital. Este respaldo revela que la sensación de inseguridad ciudadana y la desconfianza en el sistema de justicia es tan grave que la población simpatiza con métodos violentos para imponer el orden, aun a riesgo de que se cometan abusos e injusticias” ( ).


A NIVEL DE LUCHA CONTRA LA CORRUPCIÓN

1.- Las decisiones del juez encargado de la investigación de los Petro Audios

Aprovechando las fiestas de fin de año, el 22 de diciembre Jorge Barreto, juez encargado de la investigación sobre los Petro-Audios (el escándalo más grande de corrupción del segundo gobierno Aprista) ha decidido que los audios (que pusieron al descubierto a los principales implicados) no se tomarán en cuenta como pruebas incriminatorias. Su gran argumento es que son pruebas ilícitas que transgreden los derechos constitucionales de los interceptados: el ex ministro aprista Rómulo León Alegría y el ex directivo de Perupetro, Alberto Quimper.

Lamentablemente, no es la primera vez que Barreto actúa así. Como bien recuerda el Resumen Semanal de Desco:“Ya en marzo de 2009, Barreto declaró inválidos los dos informes emitidos por la Contraloría General de la República que corroboraban las irregularidades en la concesión de los lotes de petróleo y pidió un peritaje que reemplace a los informes de Contraloría. Los peritos convocados por Barreto no habrían encontrado irregularidades en el proceso de concesión de los lotes petroleros, contradiciendo las conclusiones de Contraloría”. Felizmente, antes de terminar el año, la 3ª Sala Penal Anticorrupción le enmendó la plana y ordenó admitirlos como prueba.

Desco agrega que: “el juez Barreto ha ido desechando una a una las principales pruebas presentadas por la fiscalía, pero pone en evidencia también que detrás de la investigación que ya lleva 15 meses, hay demasiadas presiones políticas para que el caso concluya absolviendo a los implicados y desactivando cualquier vínculo que involucre al partido aprista. Estaríamos, según opiniones periodísticas, ante la crónica de una liberación anunciada” .

Ante esta decisión de Barreto, el gobierno, a través del Ministro de Justicia, Aurelio Pastor, solicitó al Poder Judicial el cambio del juez encargado de la causa, a sabiendas que eso no procede. Ello motivó el siguiente comentario del analista político, ex director del diario Perú 21, Augusto Álvarez Rodrich: “Se debe intuir que el pedido del ministro Pastor de sacar al juez Barreto del caso de los petroaudios no es una iniciativa sincera del gobierno sino un amago, una movida mañosa, seguramente con el fin de intentar tomar distancia, de cara a la opinión pública, frente a lo que va a ser el escándalo más grande de este lustro político”


2.- El indulto presidencial

Y sabiendo que las fiestas nos tienen distraídos en otras cosas, el Sr. Presidente aprovechó para indultar, el 11 de diciembre, a José Enrique Crousillat, por razones humanitarias. El indultado, de 77 años, quien se encontraba “delicado de salud” e internado en una clínica hace dos años, abandonó de inmediato la clínica y se fue a veranear a las playas de Asia.

Crousillat había sido condenado a ocho años de prisión por poner el Canal 4 a disposición del gobierno fujimorista, servicio por el que recibía 619 mil dólares mensuales de parte de Vladimiro Montesinos, llegando a recibir un total de 69 millones de soles por dicha “tarea”.

Al respecto Augusto Álvarez Rodrich señala que el diario La República ha demostrado que en el caso Crousillat se han fabricado “argumentos para camuflar su decisión –que es política- como si fuera por razones de salud y humanitarias”. Y en un editorial de La República se señala que “El indulto de que ha sido beneficiario es un grave error político y deja, otra vez, la impresión de una inaceptable mano blanda con la corrupción, que es uno de los aspectos que más critica la opinión pública al régimen democrático” .

Por su parte, Fernando Rospigliosi comentó “La enseñanza que reciben los peruanos es que un delincuente se apropia de decenas de millones de soles del erario público que todos financiamos con nuestros impuestos, y cuando por fin la justicia lo atrapa y sentencia en un juicio ejemplar, se pasa un par de años en una clínica y luego es salvado por otro gobierno tan corrupto como el de Fujimori” .


3.- Las resoluciones del Tribunal Constitucional

El 15 de diciembre la 1ª Sala Anticorrupción decidió acatar el fallo del Tribunal Constitucional (TC) que excluye del proceso por enriquecimiento ilícito al ex Comandante General del Ejército y ex ministro del Interior durante el fujimorismo, Walter Chacón Málaga, a pesar que dicha sala penal estaba a semanas de dictar sentencia.

El Tribunal Constitucional tomó dicha decisión argumentando que la demora de su proceso judicial (llevaba ocho años y diez meses) es suficiente causal para olvidar jurídicamente la comisión del delito, pues la excesiva duración del proceso no puede ser imputada al procesado.

Diversos analistas, entre ellos el procurador anticorrupción Pedro Gamarra, consideran que la cuestionable resolución del Tribunal Constitucional abre las puertas a la impunidad en los delitos de corrupción.

El abogado Carlos Rivera dijo que la sentencia es perjudicial “no solo para la lucha anticorrupción, sino para el Estado de derecho que reconoce garantías y competencias. El TC no puede absolver y excluir personas de un proceso, esa es competencia exclusiva del Poder Judicial. Por ello, este fallo es totalmente anticonstitucional”. El presidente del Poder Judicial, Javier Villa Stein, también advirtió que la resolución del TC podría generar un efecto dominó a favor de otros procesados por corrupción”.


III.- EL CONFLICTO AMAZÓNICO
Como se recordará el gobierno peruano quedó aislado nacional e internacionalmente a raíz de los aciagos sucesos del 5 de junio en la curva del diablo (Bagua) que se dieron en el marco del conflicto amazónico. Dicha situación lo obligó a iniciar un proceso de diálogo con dichas poblaciones, en base a cuatro mesas, en el marco del Grupo Nacional de Coordinación para el Desarrollo de los Pueblos Amazónicos, las mismas que presentaron su informe en diciembre. El 12 de enero se realizó la reunión de entrega pública de los informes.

A la fecha sólo se tiene acceso al informe presentado por la Mesa 1, más no los restantes. Sin embargo, la situación parece ser la siguiente:

1) La mesa 1:
El objetivo de dicha mesa era “determinar las causas y consecuencias de orden socio-cultural, económicos, políticos y religiosos, que dieron origen a los sucesos del 5 de junio de 2009, en la provincia de Bagua, con fines de reconciliación” tal como figura en la p. 3 del “Informe Final de la Comisión Especial para investigar y analizar los Sucesos de Bagua, Ajumaish Junikchamu Ati, Para que nunca mas vuelta a suceder” (en adelante Informe Final).

Dicha comisión trabajó del 7 de setiembre al 21 de diciembre del 2009, pero su Informe Final fue sólo firmado por 4 de los siete comisionados nombrados. Posteriormente la Asamblea Nacional de Gobiernos Regionales (ANGR) ha retirado la firma de su comisionado, Manuel Bernales, por no estar de acuerdo con dicho informe.

Dos de los comisionados que no firmaron: María del Carmen Gómez y Jesús Manacés han presentado 43 observaciones en 8 páginas que figuran como anexo en el Informe Final y han ofrecido presentar un informe alternativo “en un tiempo prudencial” . Las principales objeciones de ellos son:

+ que “la gran mayoría de sus afirmaciones [del Informe Final] carece de una sustentación rigurosa” (n.4).

+ que el Informe Final se parcializa abiertamente con la versión gubernamental. Es así que señalan que: “en casi todos los párrafos se afirma o se remite a un solo testimonio u opinión de parte, sin reflejar la pluralidad de opiniones recogidas en torno a estos hechos o una apreciación propia al respecto” (n. 4). Y en el n. 6 dicen “Es importante señalar que no se da el mismo carácter de verdad a los testimonios recogidos de las autoridades que a los testimonios recogidos de los indígenas; en muchos casos estos últimos han sido sacados de su contexto, impidiendo apreciar el verdadero sentido de lo que se quería decir y volviéndolos contra ellos mismos”.

+ que no se señalan responsabilidades específicas: “En el Informe Final (…) se ha cuidado de manera notoria el propósito de no responsabilizar a los autores de las decisiones más relevantes que generaron los sucesos del 5 de junio en Bagua” (n.27) (…) “no se ha logrado aún determinar cómo fue el operativo (…) y cuál fue el rol del ejecutivo en estos hechos” (n. 8). En el n.10 agregan que “los hechos sucedidos el 5 de junio de 2009 no han sido hasta hoy debidamente aclarados, ni las responsabilidades correspondientes correctamente definidas”.

+ manifiestan su desacuerdo con la idea central del Informe Final, de que la “causa de la protesta de los pueblos indígenas de la Amazonía, haya sido que éstos no ´comprendieron bien´ el contenido de los decretos legislativos cuestionados” (n.5). Así afirman: “nos sorprende que se haya incorporado como principal causa de todo lo sucedido la falta de comunicación o explicación de los decretos legislativos” (n.5).

+ también su desacuerdo con la afirmación del Informe Final de que los sucesos de Bagua fueron fruto de la manipulación: “debido a que hubo dirigentes gremiales, miembros de partidos políticos, sectores de la Iglesia Católica, integrantes de ONG, etc. que distorsionaron sus contenidos, manipulando y engañando de esta manera a los Pueblos Indígenas” (nn. 5, 9 y 18).

+ igualmente rechazan que el Informe Final, en su página 81, afirme que: “Las evidencias muestran que la policía estuvo a la defensiva y no al ataque como pretendieron mostrar los medios de comunicación y algunos testimonios. Los policías no atacaron a los nativos, son los nativos lo que suben en masa a buscar a la policía en la cima del cerro acorralándolos y ellos los repelen con gases lacrimógenos y perdigones. Al sentirse acorralados y en defensa propia disparan y siendo rebasados por la masa”.

Para ambos comisionados más bien en Bagua se dio una “acción policial desmesurada e injustificada, como lo demuestra el propio Informe Final al existir –como este reconoce- acuerdos para un desalojo pacífico de las carreteras e instalaciones tomadas en distintos puntos de la Amazonía” (n. 31) .

Además señalan que el Informe Final “no ha hecho notar el clima permanente de hostilización del Estado contra las organizaciones indígenas, lo que evidentemente no favorece en absoluto el restablecimiento de la paz y reconciliación buscadas” (n. 35).

+ Manacés y Gómez también muestran su desacuerdo con las recomendaciones del Informe Final. En el n. 9 dicen que “la gran mayoría de las recomendaciones son discutibles y encierran una crítica severa, otra vez, contra organizaciones sociales, sectores de la Iglesia, partidos políticos, dirigentes, ONG, como si la actuación de los grupos indígenas siempre fuera producto de engaños o manipulaciones”.


2) La mesa 2
Los integrantes de esta mesa han revisado los decretos que no se derogaron. Según Patricia Wiese en sus conclusiones los integrantes de esta mesa piden la derogatoria de los decretos 994, 1020, 1080 y 1089 pues consideran que vulneran directamente sus derechos. En cuanto a los Decretos 1081, 1083, 1060 y 995 plantean modificaciones.

Patricia Wiese afirma que “Además de conflictiva, esta Mesa 2 ha resultado productiva. Veinte personas, entre indígenas y representantes del Estado, han hecho un trabajo de avanzada en el tema forestal porque era urgente llenar el vacío legal dejado por la derogatoria de la ley. Han cambiado el sentido y el enfoque basado en un modelo extractivo primario por uno de conservación, de gestión integral del bosque, que valora la biodiversidad y con enfoque intercultural. El resultado es una matriz con los aportes técnicos a la normativa forestal y de fauna silvestre”.


3.- La mesa 3
Estuvo encargada de ver los mecanismos para hacer efectivo el derecho de consulta de acuerdo al Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo. Dicha mesa ha propuesto una ley al respecto. Esta semana la Defensora del Pueblo, Beatriz Merino, respaldó su trabajo, urgiendo al Congreso a aprobar la ley que implemente el derecho a la consulta de los pueblos indígenas.

Para la Defensora del Pueblo el conflicto de Bagua puso en evidencia fallas y vacíos en la estrategia del Estado para preservar la paz. Según la doctora Merino "Una de esas fallas fue no haber utilizado la consulta a los pueblos indígenas como un instrumento para el diálogo y para la construcción de consensos. Y el vacío de un procedimiento establecido por ley para facilitar el ejercicio de este derecho, que es ley de la República desde hace 15 años".

Esta Mesa también ha planteado la necesidad de lograr el consentimiento de las comunidades, y la revisión de todos los contratos vigentes como se ha hecho en Ecuador.


4.- La mesa 4
Ha trabajado una Propuesta Nacional de Desarrollo Amazónico, tomando como base los avances realizados por la Mesa de Diálogo Nacional con las Comunidades Indígenas Amazónicas, creada en 2001, durante el Gobierno de Valentín Paniagua.

Entre sus propuestas figura que el subsuelo les pertenezca a las comunidades indígenas. Según P. Wiese “Ellos creen que ese es el quid del asunto para garantizar la propiedad de sus tierras comunales”. El segundo punto es la propuesta de crear un Ministerio de Asuntos Indígenas.
La primera propuesta implica La necesidad de modificar el artículo 66 de la Constitución que establece que los recursos naturales son propiedad del Estado, que los entrega en concesión a terceros. Ello en la práctica hace que el propietario del suelo sea uno y el del subsuelo otro, arrasando con los legítimos derechos del propietario del suelo.

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) “Que sea casa de todos los peruanos” en La República 17 de diciembre del 2009.
) R. Uceda “El misterio del escuadrón de la muerte” en Revista Poder del 16 de noviembre del 2009. Se puede bajar de http://www.poder360.com/article_detail.php?id_article=3011
) Ipsos-Apoyo Opinión Data. Año 9, n. 120, diciembre 2009. Encuesta nacional urbana llevada a cabo en las 15 principales ciudades del país.
) Desco, Resumen Semanal n. 1573 (Lima, 13 – 19 de enero de 2010).
) Resumen Semanal n. 1573.
) “Robó, huyó y lo indultaron. El indulto a Crousillat es un insulto de Alan García a la ética” en La República 2 de enero del 2010.
) “Indulto que trae cola” en La República 13 de diciembre del 2009.
) Desco, Resumen Semanal n. 1569 (Lima,09 – 15 de diciembre de 2009).
) Desco, Resumen Semanal n. 1568 (Lima,02–08 de diciembre de 2009).
) Sus observaciones, junto con el Informe Final pueden bajarse de http://www.aidesep.org.pe/editor/documentos/933.pdf
Y nosotros agregamos, que los firmantes del Informe Final no toman en cuenta lo que ellos mismos consignan en su Cronologia, en la página 69 de dicho informe: “21 de julio del 2009 “Las investigaciones de la Junta de Fiscales de Amazonas concluyen que los indígenas apostados el 5 de junio en la “Curva del Diablo” no llevaban armas de fuego, contradiciendo la versión del ex director de la PNP General José Sánchez Farfán”.
) P. Wiese “Post Bagua, Ritmo, Tambor y Dudas”, en Revista Ideele n. 196 (diciembre 2009) p.53.
) “Beatriz Merino emplaza a Congreso a dictar ley” en La República 20 de enero del 2010.

Presidente de El Salvador "Pido Perdón" + Artículo de Benjamín Cuéllar comentándolo

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DISCURSO DEL SEÑOR PRESIDENTE MAURICIO FUNES
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"En nombre del Estado Salvadoreño, pido perdón"
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La verdad y la justicia como fundamentos de la reconciliación, nos obligan a reconocer los avances decisivos que los acuerdos de paz han tenido en la pacificación y en la democratización de la vida política del país, así como nos llevan a admitir deudas que al no ser saldadas, constituyen un obstáculo para la unidad y fraternidad del pueblo salvadoreño.

Esa es mi intención esta mañana, leer una pagina importante de nuestro pasado reciente, para avanzar hacia el futuro con las heridas curadas, con el pasado resuelto y con la paz que supone para el espíritu dejar atrás una etapa tan dolorosa como trágica.

El mensaje que quiero transmitirles hoy es parte de una deuda que el Estado salvadoreño contrajo hace 18 años con todos sus ciudadanos, y es mi responsabilidad en este momento como máximo representante del Estado, reconocer esa deuda y comenzar a saldarla.
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Presidencia de la República de El Salvador
18 Aniversario de la Firma de los Acuerdos de Paz
16 de Enero de 2010
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Artículo de Benjamín Cuéllar Martínez
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Reflexiones y dudas sobre el perdón
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Tras escuchar atentamente y leer con detenimiento lo dicho y escrito después de que el presidente de la República, Mauricio Funes, se dirigió a la Nación y al mundo el sábado 16 de enero del 2010 en ocasión de conmemorarse el dieciocho aniversario de la firma del Acuerdo de Chapultepec, lo que tengo en mente es lo que a continuación comparto. Lo hago a sabiendas de que es un tema espinoso y puedo herir susceptibilidades. Pero estoy en mi derecho de hacerlo y, además, pienso que es mi deber.

Comienzo reconociendo que ningún presidente de la posguerra se atrevió a pedir perdón por las atrocidades que el Estado salvadoreño realizó contra población civil no combatiente, especificando sus modalidades y reconociendo responsabilidades. El actual titular del Ejecutivo sí lo hizo. Alfredo Cristiani dice que también pero, francamente, no lo recuerdo. Cuando en aquella fecha habló de las causas del conflicto dijo que el mismo “no surgió de la nada, ni fue producto de voluntades aisladas. Esta crisis tan dolorosa y trágica tiene antiguas y profundas raíces sociales, políticas, económicas y culturales en el pasado”. Habló de una perniciosa falla: “[L]a inexistencia o insuficiencia de los espacios y mecanismos necesarios para permitir el libre juego de las ideas, el desenvolvimiento natural de los distintos proyectos políticos derivados de la libertad de pensamiento y de acción; en síntesis, la ausencia de un verdadero esquema democrático de vida”.

Se distanció así, hay que reconocerlo, de otras voces que siempre achacaron el origen de lo ocurrido a la “agresión comunista”. Pero asumir la enorme carga de culpa estatal y pedir perdón a las víctimas, para nada. También dijo que el conflicto había quedado atrás y que había que “ver hacia el futuro, que es en el único sitio donde podemos construir ese El Salvador grande, próspero, libre y justo […] las lecciones aprendidas tienen que asimilarse y fructificar para una vida mejor, pero no vamos a llorar sobre las cenizas, el país no nos da tiempo mas (sic) que para el trabajo, para la reconciliación y para la paz”. Ahí tampoco asomó solicitud alguna de indulgencia.

La Comisión de la Verdad hizo entrega pública de su informe en Nueva York el 15 de marzo de 1993, entre altas dirigencias pero sin la presencia de víctimas. Tres días después, en un mensaje a la Nación, quedó clara la postura de Cristiani deslegitimando el documento cuando señaló que no respondía “al anhelo de la mayoría de los salvadoreños, que es el perdón y el olvido de todo lo que fue ese pasado tan doloroso”. Acá, mencionó la palabra pero no para que las víctimas se lo otorgaran a él en su calidad de jefe de Estado; lo hizo para imponerlo de manera inconsulta, acompañándolo de un olvido inaceptable e imposible. De los dos que le siguieron en el cargo, mejor ni hablar. Con Antonio Saca hubo conversaciones al respecto, alrededor de los casos de monseñor Óscar Arnulfo Romero y la masacre en la UCA. Eso me consta; pero no sólo para estas víctimas específicas de ambos sucesos, sino para todas las incluidas en el informe citado arriba. Pero no se llegó a concretar nada.

El presidente Funes sí lo hizo y puso en la agenda nacional el debate sobre las víctimas. En ese marco anunció la creación de una comisión que le propondrá “medidas para la reparación moral, simbólica y material”; eso sí, tomando en cuenta la capacidad financiera estatal. ¿Funcionará bien esta iniciativa sin la intervención de las víctimas pero sí con la del Ministerio de la Defensa Nacional?

Por otro lado, ¿es posible que se pueda materializar un “hermanamiento” general desde el discurso y una “unidad nacional” sin que los perpetradores acepten sus culpas, sean interpelados por la justicia restaurativa y pidan perdón? ¿Sin que se abran las puertas de la justicia punitiva para aquellas víctimas que sigan siendo insultadas por sus victimarios estatales inmediatos y mediatos; sobre todo por estos últimos que, sin vergüenzas de ninguna clase, ya reiteraron su arrogancia y prepotencia inmediatamente después del mensaje presidencial?

Y tras el pedido de perdón “a todas las víctimas del conflicto, a todos sus familiares, a sus hijos e hijas, […] a todo el pueblo salvadoreño” afectadas por las acciones militares del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), ¿cómo se espera que estas sean parte de esa “armonía colectiva”? Dichas palabras fueron pronunciadas antes que las del mandatario, por el dirigente de la desaparecida guerrilla que además es –circunstancial y temporalmente– vicepresidente de la República. Cabe aclarar porqué en esta ocasión considero como militante del FMLN a Salvador Sánchez Cerén y no como segundo al mando del Ejecutivo. Pues porque las pronunció en un acto partidista para conmemorar, ese mismo día, un mismo acontecimiento que puede plantearse al menos desde dos enfoques: para los líderes políticos, desde su grata y segura condición a lo largo de los últimos dieciocho años, representa la firma de la paz; para las mayorías populares, desde su experiencia cotidiana precaria y violenta, el fin de la guerra.
Inmediatamente afirmó lo siguiente: “[Q]ueremos decirles que como muestra de reparación hemos trabajado en estos dieciocho años desde la firma de los acuerdos de paz, de nuestra vida política electoral, hemos dedicado la mejor parte de nuestro esfuerzo a construir un nuevo camino de democracia y justicia, al convertir en el centro de nuestro quehacer el bienestar de cada uno de ustedes”. ¿Mal asesoría o una visión desenfocada de lo que realmente se debe hacer en esta materia.

La reparación a las víctimas debe ser integral y eso supone –cito, como el presidente Funes, a Louis Joinet– “tanto medidas individuales como medidas generales y colectivas” que incluyen –dentro del primero– a las “víctimas directas, parientes o personas a cargo” que deberán “beneficiarse de un recurso eficaz”. “Los procedimientos aplicables –agrega– deben ser objeto de una publicidad lo más amplia posible” Tanto entre estas como entre las colectivas, no se plantea el desempeño de ningún partido político como parte de la reparación integral a las víctimas; eso abriría las puertas a peligrosas deformaciones de su sentido real y último.

Regresando al mensaje del mandatario, ¿tendrá a su base un querer quedar bien con todas las partes? A los criminales, sus encubridores y financiadores les quita el "miedo" si se queda hasta ahí; si todo se trata sólo de pedir perdón y pagar una "indemnización", ¿qué les puede producir temor si no habrá verdad ni justicia? Similar temor tenían sectores de las “derechas” con la entrada del FMLN a Casa Presidencial por la puerta ancha y parece que ya se les comenzó, rápidamente, a disipar. Al menos a algunos, es claro que sí.

A las víctimas les pide perdón pero les quita su legítimo derecho a reclamar al anunciar su intención –ese mediodía del pasado sábado 16 de enero– de "leer una pagina importante de nuestro pasado reciente, para avanzar hacia el futuro con las heridas curadas con el pasado resuelto y con la paz que supone para el espiritu (sic) dejar atrás una etapa tan dolorosa como tragica (sic)". ¿Qué más quieren entonces las víctimas si ya les curó sus heridas y les resolvió un pasado que –como por arte de magia– quedó atrás? ¿Qué pasará con quien no acepte ese perdón general, abstracto? ¿Y con quien exija verdad y justicia? Si a su legítima exigencia no se responde como es debido, ¿deberá aceptar que le compren el silencio y la resignación? Cabe señalar que el ministro de la Defensa Nacional −general David Munguía Payés– dijo en una entrevista televisiva refiriéndose a la petición de su jefe: “A mí, en lo personal me quitó un peso de encima”. ¿Se lo trasladó entonces a las víctimas, para que decidan si rechazan o no la pretensión presidencial?

Asimismo, se debe considerar que el perdón no está reñido con la justicia. Juan Pablo II fue a la prisión donde se encontraba purgando su condena Mehmet Alí Agca, quien lo hirió gravemente en la plaza de San Pedro el 13 de mayo de 1981. Fue a perdonarlo; pero, pese a su investidura, no pidió que lo amnistiaran o indultaran. La justicia, pues, no fue interrumpida por el Papa y su agresor abandonó la cárcel hasta el momento legal y procesalmente establecido.

Además, hay un problema práctico. ¿Cómo registrarán a las víctimas? ¿Se admitirá como tal el listado del informe de la Comisión de la Verdad y sus 20,874 nombres, sumadas las denuncias entregadas directamente y las obtenidas de forma indirecta? La misma Comisión reconoce que esa cantidad no representa la totalidad de las personas que sufrieron las atrocidades cometidas por ambas partes; una más y otra menos, pero ambas. Se habla de 75,000 ejecuciones extrajudiciales y 8,000 desapariciones forzadas. Probablemente sean muchas más; pero sólo con esas, basta para hablar del 1.75% de la población salvadoreña durante la época. En México, por ejemplo, ese porcentaje equivaldría a cerca de 3,700,000 víctimas directas entre su población actual.

Enorme tragedia en la que las víctimas deben considerarse una por una, no en masa; en donde las víctimas tienen nombre y apellido, rostro e historia; en donde las víctimas dejaron memoria y vacíos que deben ser llenados con algo más que una oratoria bien estructurada y un puñado de dólares.

Además, ¿cómo le harán para concretar esa reparación material? Sobre todo cuando apenas parece que algunos países con grandes economías, entre los cuales no se encuentra El Salvador, comienzan a salir de una crisis financiera que acá aún no ha golpeado con toda su fuerza. Si –como la lógica indica– la "indemnización" no será universal pero sí pírrica, más le hubiera valido al Estado saldar primero otras cuentas –las de la verdad y la justicia– y no esa. Podría, por ejemplo, haberse considerado la posibilidad de ampliar la búsqueda de personas desparecidas.

Porque no sólo hay madres y padres que reclaman conocer el paradero de sus hijas o hijos; también hay niñas y niños en aquella época, hoy en edad adulta, que desean saber qué pasó con sus progenitores. Asimismo, hay hermanos y hermanas como Santos René Ventura Reyes que busca a Francisco Arnulfo –de iguales apellidos– quien el 22 de enero de 1980 fue capturado junto con otro compañero universitario: José Francisco Mejía. Santos René sostiene que los detuvieron “marines” que cuidaban la embajada estadounidense; funcionarios de aquel país declararon entonces que fueron guardias nacionales quienes los entregaron a civiles armados, los cuales se los llevaron con rumbo desconocido. Ambas víctimas permanecen desaparecidas desde entonces, tras la manifestación de una épica manifestación de la Coordinadora Revolucionaria de Masas (CRM) que fue masacrada. Treinta años acaban de pasar y Santos René continúa preguntando por su hermano, sin perdonar y mucho menos olvidar. Tampoco lo pueden obligar a hacerlo.

Monseñor Romero, al denunciar el ataque a la marcha de la CRM, dijo: “Estoy seguro de que tanta sangre derramada y tanto dolor causado a los familiares de tantas víctimas no serán en vano. Es sangre y dolor que regará y fecundará nuevas y cada vez más numerosas semillas de salvadoreños que tomarán conciencia de la responsabilidad que tienen de construir una sociedad más justa y humana, y que fructificará en la realización de reformas estructurales audaces, urgentes y radicales que necesita nuestra patria. El grito de liberación de este pueblo es un clamor que sube hasta Dios y que ya nada ni nadie lo puede detener”.

La búsqueda de todas las personas desaparecidas por las fuerzas estatales y las insurgentes es un esfuerzo legítimo y necesario para ampliar la verdad establecida por la Comisión que se creó para ello, cuyo informe también debe ser sacado de la oscuridad adonde lo enviaron los perpetradores y sus secuaces, para que lo conozca toda la sociedad; es, además, una expresión de la justicia restaurativa. Eso puede contribuir a que se materialicen esas necesarias “reformas estructurales audaces, urgentes y radicales” reclamadas por el arzobispo mártir.

En 1955, un joven pastor baptista de veintiséis años y poco conocido defensor de los derechos civiles –Martin Luther King– pronunció lo que debería ser parte del ideario de quienes intentan sincera y coherentemente acompañar a víctimas de violaciones de derechos humanos y promover el respeto de estos. Las dijo después de que Rosa Parks, sencilla modista de cuarenta y dos años residente en Montgomery, se negó a cederle el asiento del bus a un “blanco” y fue detenida hasta que pagó catorce dólares de multa. En protesta se impulsó un boicot contra el transporte público de la ciudad, encabezado por Luther King; este, en ese escenario, afirmó lo siguiente:

“En algunas situaciones, la cobardía pregunta: ¿Es seguro? La conveniencia pregunta, ¿es políticamente conveniente? La vanidad viene después y pregunta: ¿Es popular? Pero la conciencia pregunta: ¿Es correcto? Llega un momento en que uno tiene que tomar una posición que no es segura, no es políticamente conveniente y tampoco es popular, pero hay que hacerlo porque la conciencia nos dice que es lo correcto”.

Por eso, en este trance como en anteriores y futuros, hay que aspirar y tratar de hacer lo correcto aunque no sea aplaudido en el momento. Una de dos: o se contribuye a avanzar hasta donde se enaltezca realmente a las víctimas, impulsando esa causa con su necesaria participación; o se muestran las insuficiencias de la iniciativa propuesta. Porque, como bien dijo el presidente Funes, “este reconocimiento y petición de perdón que hoy formulamos, nos lleva, a partir de este momento, a asumir como objetivo estratégico de la gestión gubernamental la dignificación de las victimas, sin la cual este acto no tendría sentido y sumaría una nueva frustración”.

25.01.2010
Benjamín Cuéllar Martínez
Instituto de Derechos Humanos Universidad Centroamericana
idhuca@gmail.com
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CEJIL - Carta a Fiscal de la Nación - Caso Olazábal




UN PARTO DE LOS MONTES por Rodrigo Montoya Rojas

Publicado en el Diario LaPrimera, Lima el 10 de enero 2010

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UN PARTO DE LOS MONTES:
Crítica del Informe de la “Comisión especial para investigar y analizar los sucesos de Bagua” 2008-2009
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Luego de tres meses y tres semanas de trabajo, lo que quedó de la “Comisión Especial para investigar y analizar los sucesos de Bagua”, entregó su informe el 28 de diciembre de 2009. No era una Comisión independiente del gobierno. La nombró el Ministro de Agricultura con tres representantes del Ejecutivo: el padre Ricardo Álvarez Lobo, Susana Pinilla Cisneros (ex ministra, antropóloga, asesora personal del presidente de la República) y Walter Gutiérrez Camacho; tres representantes de las Comunidades Nativas: Pilar Mazzetti Soler, (Ex ministra, Carmen Gómez Calleja, religiosa católica, y Jesús Manacés Valverde, indígena awajún, de la Asociación Inter étnica para el Desarrollo de la Selva, AIDESEP, y, finalmente, el sociólogo Manuel Bernales Alvarado, por los gobiernos regionales.

El representante indígena Jesús Manasés, que fue nombrado Presidente de la Comisión, con el voto unánime de todos sus miembros, y la religiosa Carmen Gómez se negaron a firmar el Informe final, presentaron juntos 43 observaciones, y anunciaron que pronto entregarán un informe alternativo. En su “voto singular”, el padre Ricardo Álvarez Lobo dejó constancia de su desacuerdo entre otras cosas con lo que el Informe dice sobre la responsabilidad del poder ejecutivo y la participación de las fuerzas policiales y el ejército en los sucesos del 5 de junio. Walter Gutiérrez, decano del colegio de Abogados de Lima, sólo asistió a una reunión de la Comisión y, luego, renunció. Es evidente que las discrepancias fueron mucho más importantes que los posibles acuerdos, y que se trata, de un fallido y lamentable informe que carece de legitimidad.

Se cuidó muy bien el gobierno en no designar formalmente una Comisión de la Verdad. La llamó, simplemente, “Comisión especial para investigar y analizar los sucesos de Bagua”. Su objetivo fue: "determinar las causas y consecuencias de orden socio-cultural, económicos, políticos y religiosos, que dieron origen a los sucesos del 5 de junio de 2009, en la provincia de Bagua, con fines de reconciliación” (p. 3). Dice el informe: “Esta Comisión decidió tomar en cuenta los principios de verdad, justicia y equidad para la investigación, independencia e imparcialidad en el trabajo, y de objetividad y exhaustividad recomendados por la mesa uno y el relator de las Naciones Unidas. Asimismo, concordamos que el informe final debía contener, de acuerdo a las sugerencia de la mesa uno, la narración de los hechos ocurridos, las motivaciones de los mismos, cómo y porqué ocurrieron, las consecuencias que acarrearon y las recomendaciones para el Estado y la Sociedad para que los hechos no se repitan…

“Respaldamos la preocupación por la justicia y la equidad social. Creemos en la verdad como un valor supremo” (p..86).

En alrededor de tres cuartas partes, el informe presenta “la metodología del trabajo de la comisión, la situación de los pueblos amazónicos en el contexto nacional y en el departamento de amazonas, el mundo awajún wampis, la narración de los sucesos del 5 junio 2009, la cronología nacional y regional antes de los sucesos de Bagua, la narración de los acontecimientos del 4 y 5 de junio en la curva del diablo, estación 6, Bagua y Utcubamba, y la cronología post acontecimientos hasta la formación de la comisión”. Consagran sólo 8 páginas a lo que llaman “análisis y esclarecimiento”, y 4 a sus recomendaciones. Como anexos figuran en tres páginas el voto singular del Padre Álvarez y en 8, las 43 observaciones de Jesús Manasés y Carmen Gómez.

Luego de una atenta lectura del Informe, lo primero que salta a la vista es su improvisación, descuido, y falta de reflexión. No hay en el Informe una bibliografía que dé cuenta de las fuentes estudiadas. Los cuatro miembros que quedaban pudieron haber decidido no entregar el informe porque la Comisión se desintegró de hecho y no tuvo consenso alguno, lamentar lo ocurrido, y recomendar que otra Comisión, de veras independiente, asuma la responsabilidad en otras condiciones. Decenas de páginas sobre cronologías varias e informaciones generales pueden ser útiles cuando sostienen y nutren el análisis y fundan las conclusiones. Lamentablemente, esto no ocurre en el caso del Informe que comento Mencionaré aquí un ejemplo para ilustrar lo que acabo de decir. En su sección sobre “el mundo awajún wampis”, encontramos los textos siguientes:

“El jíbaro amazónico defiende la naturaleza. La tierra es la única herencia que le va dejar a su linaje y ellos la seguirán conservando. Sabe que no se debe vender la tierra porque la tierra no pertenece al hombre, el hombre pertenece a la tierra. Uno de los propósitos del jíbaro es desarrollarse sin alterar el medio ambiente. Busca un vivir de calidad, un mejor vivir, busca el tajimat-pujut. Esa es la razón por la cual el amazónico maneja su bosque en forma racional y rotativa, pensando en la nueva generación y en asegurar la supervivencia de flora y fauna”. (Informe p.18).

. “Con el tiempo el movimiento indígena amazónico ha encontrado su propia voz y ya no necesita de intermediarios que hablen por ellos o le impongan una agenda” Inf. p. 22).

No es atrevido suponer que ambas citas corresponden a lo que el indígena awajún Jesús Manasés contó o escribió para la Comisión, o que se trata de aportes de personas que conocen muy bien el universo awajún, y que han entendido cabalmente la novedad política de la emergencia indígena en Perú y otros países de América Latina. Los textos figuran en el Informe pero sus firmantes no los toman en cuenta en sus conclusiones. Si así hubiera sido, el Informe debería establecer de modo transparente la primera responsabilidad del Sr. Alan García al imponer decretos leyes que contradicen la realidad vivida por los awajún. En repetidas oportunidades, los firmantes del Informe dijeron que su Comisión no tuvo el encargo de señalar responsabilidades ni hablar de culpables sino, simplemente, de ofrecer recomendaciones para que los sucesos de Bagua no se repitan, pero en abierta contradicción con esas declaraciones, responsabilizan de lo ocurrido a los indígenas, a las Ongs, a parlamentarios del Partido nacionalista, a la Iglesia de la región, al SUTEP, (p.79) y presentan a los indígenas como personas débiles e influenciables.

Al gobierno le atribuyen “La ausencia de un proceso de diálogo y una adecuada explicación e información a la población indígena sobre el contenido de las normas y sus implicancias en ausencia de un mecanismo y metodología de consulta de acuerdo al Convenio 169 de la OIT y la Convención Internacional de Promoción y Protección de la Diversidad Cultural de la UNESCO”. (p. 78). Esta falta de comunicación, como responsabilidad mayor es el pequeño ratón en el parto de los montes que el Informe encierra.

En el informe no se dice en ninguna parte quién o quiénes dieron la orden de reprimir y cuándo; tampoco se pregunta por qué los jefes de la Policía y el Ejército presentes en Bagua el 4 de junio decidieron reprimir pese a que los dirigentes indígenas les informaron que al día siguiente regresarían a sus comunidades; y, quiénes y por qué decidieron que los policías rehenes en la Estación de bombeo número seis de Petro Perú quedarían sin protección mientras se producía la balacera en la Curva del Diablo. En el informe hay muchos testimonios de la ex ministra del Interior Mercedes Cabanillas y de los generales Muguruza y Uribe dando detalles sobre lo que ella y ellos llaman “cuestiones técnicas” y “especializadas” del operativo policial y los pequeños problemas de comunicación que también tuvieron entre ellos para que el destacamento del Ejército no llegase y para que abandonasen a su suerte a los policías rehenes.

Para los firmantes del Informe los únicos responsables de lo que pasó en Bagua serían los indígenas. Los jefes policiales y militares se limitan a repetir que cumplieron las órdenes, sin decir qué órdenes, ni quiénes las dieron. La señora Mercedes Cabanillas, entonces ministra del Interior, está convencida de que su responsabilidad fue sólo “política y no operativa” y que su renuncia al puesto de ministra, junto con el gabinete del que formaba parte, es su suficiente sacrificio personal. En otras palabras, que se juzgue sólo a los indígenas y que quienes entre ellos y ellas resulten responsables vayan a la cárcel. Esta es la leña que la Comisión agrega al fuego histórico de la violencia en el país, en abierta contradicción con sus buenos deseos de verdad, ética, justicia y equidad. La pretensión de subtitular el Informe “Para que nunca más vuelva a suceder”, tratando de copiar el original argentino, es una irresponsabilidad más.

Resulta fatal para esta “Comisión Especial para investigar y analizar los sucesos de Bagua” una inevitable comparación con lo fue el Informe Final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación, CVR, sobre la violencia política peruana en los años 1980-2000. Intentar hacerlo, como era mi intención antes del leer aquel desvalido texto, supondría atribuirle una categoría que no tiene. Una larguísima y múltiple cronología de hechos y decretos oficiales, con un nivel analítico pobrísimo, una voluntad para contar lo que el gobierno quiere oír, y unas recomendaciones que parecen consejos de unas hermanitas de la caridad, no valen la pena.

En mis textos “Con los rostros Pintados “: tercera rebelión amazónica en Perú (agosto 2008-junio2009), 92 pp, que circula en Internet, e “Informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación: un doloroso espejo del Perú”, publicado en mi libro “Elogio de Antropología” (UNMSM, 2005), se encuentran otros argumentos que pueden ser útiles para entender mejor lo ocurrido en Bagua y lo que debe ser una Comisión en serio.
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Rodrigo Montoya Rojas
Diario LaPrimera, Lima el 10 de enero 2010

José María Arguedas... hoy se conmemoran 99 años de su nacimiento

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EXPRESO, Lima 19 de diciembre de 1962
Por José María Arguedas
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LA CAÍDA DEL ÁNGEL

Para el primer número de EXPRESO escribimos una columna bajo el título de “El Perú y las barriadas”. Tratamos de demostrar que la invasión de Lima, y de muchas otras ciudades de la Costa, por masas de indios y mestizos, se había producido y continuaría más caudalosamente si no se abrían un camino para la ESPERANZA en la semicolonial región de los Andes. Recordemos la sentencia de Dante colocada a la entrada del Infierno: “El que ingresa aquí debe renunciar a la esperanza”. INFIERNO Y DESESPERANZA SON, PUES, LA MISMA COSA.
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Recuerdo que en aquel artículo insistí en que el hombre que vive en las barriadas está decidido a resistir años de miseria y de agonía y que cuando baja, especialmente a la capital, sabe que ha de enfrentarse a privaciones, hambre y desprecio. Pero que, al fin, podrá encontrar “algún trabajito” y luego ascender, y ascender casi ilimitadamente, si tiene suerte, salud y tenacidad. La lucha es un bien, el más grande bien que le ha sido otorgado al hombre, pero siempre que la lucha no sea irremediablemente estéril e inútil, porque entonces ya no es lucha, es el infierno. Y en casi todos los pueblos de la Sierra, por la especial y anacrónica estructura social que allí rige, la mayor parte de los hombres no tiene derecho a la ESPERANZA.

Hasta hace unos treinta años, en esos pueblos el hombre se alimentaba de un tipo especialísimo de esperanza: las fiestas, el anhelo de desempeñar los cargos políticos. Fiestas y cargos políticos dependían los unos de los otros. Pero con el crecimiento de la población y la reducción incesante de las tierras, extinguen las fiestas y, por tanto, la ilusión de alcanzar prestigio mediante el desempeño de las funciones públicas comunales. La única forma de esperanza que allí iluminaba el porvenir, se apagó. El hombre quedó en la tiniebla, en una infernal tiniebla, de acuerdo con la sabiduría de uno de los más grandes poetas que han existido.

Eso nos explica la batalla de “La Caída del ángel”, y lo que podíamos atrevernos a denominar una singular victoria de la esperanza contra la tiniebla. Las trescientas familias que forman la Asociación de los sin nada y que se organizaron primero en dos instituciones, una llamada “El Milagro” y la otra “La Confraternidad”, que luego se fusionaron bajo el título de “El Milagro de la Confraternidad”, pelearon con sus manos contra tres columnas de policías bien armados, y no fueron vencidos. ¿Cómo ha sido posible semejante hazaña increíble?

Las trescientas familias, entre las cuales hay gentes que proceden de casi todas las provincias andinas y de la propia Lima, habían decidido construir un “barrio modelo” en esa pequeña pampa y quebrada polvorienta, milenariamente secas y abandonadas, jamás utilizadas. La montaña que las protege se llama “La Caída del Ángel”. Manifiesta uno de sus dirigentes que agotaron todos los recursos y peticiones legales para que se les adjudicara esa “quebradilla que para nadie sirve”. Una delgada y casi vieja mujer huanuqueña que dirigió una columna de 120 mujeres en la batalla, dijo en un castellano algo bárbaro: “Yo, llorando; con mi cara y mi ropa en que estaba corriendo mis lágrimas he rogado a toas las autoridades, junto con (nuestra) directiva. Yo he arrodillado delante de los señores, por mis hijitos. Viuda, ¿adónde voy a ir?” ¡Viuda! una palabra española que infunde la más intensa conmiseración y la responsabilidad de auxiliar en las comunidades peruanas.

“Creí que habían matado a mis hijos; tenía que morir yo también y he entrado contra los soldados. No hay, pues, miedo”. Y contó que los niños de cinco años arrojaban piedras contra la policía, que los más pequeños se tapaban la boca con trapos mojados, mientras que las balas tronaban y la policía invadía la pampa, y el polvo inerte se mezclaba con el de los gases. “Sólo queremos esta tierrita o la muerte”, exclamó un hombre joven. La huanuqueña se puso a llorar en la cima de “El Ángel”, al pie de una bandera peruana, mientras el sol terrible no quemaba tanto como los ojos empapados de esa semivieja acerada y seguramente invencible. Porque no se puede vencer a quien está dispuesto a morir en defensa de lo que quiere, de la esperanza.

Y allí está la explicación del triunfo, y del error de las autoridades. A la policía parecer que se le agotaron las balas y los gases. Y está claro que no dispararon a matar, sino una sola vez. Ellos también se defendieron con piedras. Fue una batalla especial, propia del Perú, representativa: metralla, gases modernísimos y, finalmente, piedras brutas por ambos bandos. Las autoridades supusieron que a la primera ráfaga de metralla y el estallido de las bombas lacrimógenas, “esas pobres gentes iban a huir como liebres”. Tal suele sucedes en las manifestaciones, casi siempre. Y lo que, precisamente, según los “invasores”, el uso de los métodos tradicionales, puntapiés a una mujer y sopapos a un niño de cuatro años, desencadenaron el furor de las trescientas familias.

¡Esta es, amigos, una nueva gente!. No se les puede vencer, no es posible, porque no les importa la vida. La única manera de vencerlos es, por lo tanto, matarlos. Y el Perú ja evolucionado ya mucho, como lo testimonia el propio editorial de EXPRESO, para que se aplique ahora el estilo del Coronel Ramírez, que hizo “quintear” a los indios en el panteón de Huanta, mientras la mujeres cantaban en quechua la despedida a los muertos, allá por 1910.

Que el gobierno medite, como lo ha pedido este periódico, acerca de la nueva gente que agoniza sobre el banco de oro. Porque, señores, el banco de oro es para las trescientas familias de “El Milagro de la Confraternidad”, ese trazo polvoriento, muerto de tierras “que nadie aprovecha” de veras, y sobre el cual ellos pueden construir un paraíso. “Haremos un barrio modelo, precioso”, afirma su presidente. Y lo harán, y con más regocijo, con gratitud al Perú y a quienes lo gobiernas si se les da protección y no muerte. ¡La Esperanza brillará con un poder comparable únicamente al flamear de las cuatro banderas peruanas que los invasores han colocado en la cumbre de las cuatro colinas que forman “La Caída del Ángel”. Siempre que, entretanto, se contenga la verdadera invasión, reformando la posesión de la tierra en los andes. Allá también se puede construir paraísos en los mismos sitios en que el infierno se extiende, ahora, señores, como la sombra de un cóndor que trajera el mensaje de la muerte. ¡Donde hubo y podría haber tanta vida y tanta luz de fiestas!


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Milagros Valdeavellano Roca Rey escribió:
Asunto: EN UN NUEVO ANIVERSARIO: ARGUEDAS, FORJADOR DEL PERU MODERNO, por Vicente Otta R.
Para: peruforopaulofreire@yahoogroups.com
Fecha: domingo, 17 de enero, 2010 11:21

Estimo muy conveniente que se trabaje el tema de JMA en el foro como verdadero icono en la formación de la identidad que tenemos como gran tarea, todavía desafiada por muchos aspectos y urgente!!!

Invito a todos los miembros del foro a trabajar alrededor de su persona, obra y sobre todo pertinencia actual, que considero clave y que se ve propiciada y reclamada por los aniversarios de su vida y las necesidades de la conciencia nacional ante un oscuro proceso electoral...

Tengo que aclarar que JMA murió el 2 de Diciembre de 1969 y al cumplirse los 40 años hemos iniciado un período de celebración que quisiéramos contagiar a todo el pueblo peruano y terminar con la declaración del 2011 como año nacional de JMA al conmemorarse el 18 de enero de ese año el centenario de su nacimiento.

PROEPAZ hace un llamado a todos a sumarse en una organización que garantice esta celebración de manera unitaria: hasta ahora solo hay algunos comités en algunas universidades y pueblos pero debemos unirnos, incluso estamos en conversaciones con Idel Vexler que se ha comprometido a apoyar oficialmente y a Editorial Bruño que entra con todas sus fuerzas. Pero necesitamos de los maestros de a pie...y muchas cosas mas.

Agradecemos su valiosa colaboración, hay que celebrarlo en cada aula (por lo menos) y si podemos hacer un evento central para exponer lo mejor de la creatividad de nuestro pueblo que el sabe inspirar.
ARGUEDAS ES DEL PUEBLO Y AL PUEBLO DEBE VOLVER
CONTRIBUYAMOS A FORJAR LA IDENTIDAD NACIONAL


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EN EL CUADRAGÉSIMO ANIVERSARIO DE LA MUERTE DE JOSÉ MARÍA ARGUEDAS


Escribe Gustavo Gutiérrez
Diciembre 2009

Pocos lugares, en Lima, más apropiado para recordar a Arguedas que El Agustino. José María escribió desde y para los peruanos olvidados y marginales, muchos de los cuales fueron llegando a Lima y ocuparon las zonas periféricas de la vieja ciudad capital.

Vinieron con su pobreza cuestas, pero también con sus valores humanos y culturales, con sus sufrimientos y con sus esperanzas. Muchos capitalinos los vieron con temor, 'nos cambian la ciudad’, decían. José María tenía otra mirada, en un poema a Tupac Amaru, ve, más bien a los nuevos pobladores como “cóndores de inmenso y libre vuelo”, y al mismo tiempo, como capaces de amar “con amor de paloma encantada, de calandria”.

Arguedas habla y cuestiona «entropado», como decía él, comprometido, con lo más pobre y auténtico del pueblo peruano al que supo amar y comprender como pocos. Había vivido en medio de él, «metido en el oqllo [pecho] mismo de los indios». Escribe, para decirlo con sus propias palabras desde las entrañas del pueblo peruano.

Eso es lo que lo hace tan permanente y cuestionador. A 40 años de su muerte lo sentimos tremendamente presente en nuestros días. Cercano a muchos jóvenes que miran hacia adelante, leer a Arguedas nos pone en contacto con un país efervescente e “impaciente por realizarse”. En uno de sus cuentos, un hacendado pregunta a un indio: “¿Eres gente u otra cosa?”. José María defiende la condición de gente de los olvidados del país.

Hay en él un proyecto de justicia y liberación de todo aquello que se niega a reconocer la dignidad humana de un pueblo cargado de historia; lo busca a través de tanteos, pero con honda convicción y amor. La búsqueda fue atormentada, porque fue hondamente vivida en la encrucijada de las marchas y contramarchas históricas de un pueblo. En ese proceso José María intentó recoger los diferentes aspectos de una nación compleja y controvertida. Ese esfuerzo sigue vigente y continúa interpelándonos en un país en que la desigualdad social es tan marcada.

Pero la palabra de Arguedas no se escucha en el silencio, sino –paradójicamente- en medio del bullicio nacional, en medio de los gritos dispares de la gente, en quechua y en castellano, no se oye sino en el coro de los reclamos de un pueblo por sus derechos y en las expresiones de sus alegrías, porque allí buscó estar José María. Esas voces son manifestaciones de vida, hemos nacido para vivir decía con sencillez Arguedas, que no tuvo una vida fácil.

Aunque nos sorprenda, semanas antes de su muerte, escribió a un amigo: “mi fe en el porvenir jamás me falló”. Pese al desenlace de su vida, ésta no fue trunca. José María nos enseñó, para decirlo con otra de sus frases, a chupar el “jugo de la tierra para alimentar a los que viven en nuestra patria".
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Huánuco: Experto en reparaciones resaltó importancia de talleres en comunidades afectadas

NOTA INFORMATIVA Nº 001-2010

Huánuco, 12 de enero de 2010.- Cristian Correa Montt, experto internacional en el tema de reparaciones y justicia transicional del Centro Internacional para la Justicia Transicional (ICTJ) con sede en Nueva York, destacó la importancia de fortalecer las capacidades de las organizaciones de víctimas por la violencia política de las comunidades campesinas y nativas para que puedan incidir y participar en el proceso de reparaciones, a partir de los talleres que la Asociación Paz y Esperanza realiza en Huánuco.


“El primer taller de recuperación de la memoria histórica y colectiva y salud mental del año lo realizamos en Topa-Pumahuasi, donde estuvieron presentes los líderes y lideresas de las organizaciones de afectados de Topa, presidida por la Sra. Lilia Martel Castro, y las autoridades de los 10 caseríos respectivamente, y donde buscamos que incrementen su capacidad de participación, con conocimiento informado, al proceso de reparaciones y de incidencia sobre el Estado en la materia”, manifestó la psicóloga Jacqueline Vásquez, coordinadora del área de Post CVR de Paz y Esperanza.


“Esta es una de las primeras acciones que comenzaremos a desarrollar con el ICTJ, y otras organizaciones como la Asociación Pro Derechos Humanos (Aprodeh), el Centro de Iniciativas para el Desarrollo Humano (Ceidhu), el Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica (Caaap), entre otras, en los departamentos de mayor concentración de víctimas (Ayacucho, Apurímac, Huancavelica, Junín y Huánuco)”, agregó la psicóloga.


El ICTJ apoya a países que luchan contra la impunidad, en la búsqueda por enfrentar el legado de crímenes masivos y atribuir responsabilidades por violaciones de los derechos humanos ocurridos en el pasado, actuando en sociedades que emergen de gobiernos autoritarios o de conflictos armados, en el esfuerzo por consolidar la institucionalidad democrática.


Área de Incidencia y Comunicaciones
Asociación Paz y Esperanza – Huánuco
Jr. Dámaso Beraún # 1124
Teléfono: 519913

WOLA: LA HORA DE LA JUSTICIA

Nota de Prensa WOLA

LA HORA DE LA JUSTICIA: CORTE SUPREME RATIFICA CONDENA DE 25 AÑOS AL EX PRESIDENTE ALBERTO FUJIMORI POR VIOLACIONES A LOS DERECHOS HUMANOS

LIMA (3 de enero de 2010)— Hoy día la Primera Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema del Perú ratificó unánimemente la condena impuesta por la Sala Penal Nacional al ex presidente Alberto Fujimori de 25 años de prisión preventiva por autoría mediata en cuatro casos de graves violaciones a los derechos humanos. Cuatro de los cinco jueces votaron por mantener la carga de secuestro agravado en los casos del periodista Gustavo Gorriti y Samuel Dyer, aunque un juez argumentó a favor de la tesis del fiscal Pablo Sánchez de que el delito fue sólo secuestro simple.


En coordinación con el movimiento de derechos humanos en el Perú, La Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA) ha seguido el juicio a Fujimori desde su inicio. Consideramos que el proceso ha sido ejemplar, en su transparencia y al garantizar el debido proceso.


“WOLA saluda al movimiento de derechos humanos peruano y a los familiares de los casos por su incansable lucha por alcanzar verdad y justicia. El juicio y condena a Fujimori es en gran medida el resultado de sus esfuerzos y representa una acto justo de reparación por la violaciones de los derechos humanos cometidas durante la dictadura de Fujimori,” dijo Jo-Marie Burt, representante de WOLA.


La ratificación de la condena a Fujimori por graves violaciones a los derechos humanos representa un hito en la lucha contra la impunidad en el Perú y en toda la región latinoamericana. Demuestra que el Poder Judicial es capaz de enfrentar casos complejos de violaciones de derechos humanos y administrar justicia para las víctimas en tales casos. “WOLA espera que el juicio a Fujimori sirva de ejemplo para otros casos de violaciones a los derechos humanos en el Perú y el mundo de que sí es posible alcanzar la justicia,” dijo Jo-Marie Burt.


La Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA)

Contactos en Lima:
Jo-Marie Burt (+511) 994 950 426
Profesora de George Mason University y Observadora al juicio de Fujimori para WOLA)

Palabras del señor Presidente de la República, al pedir Perdón Histórico a Población Afroperuana

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Gobierno peruano pide perdón a los pueblos afroperuanos
Por José Ragas
http://historiaglobalonline.com/2009/11/gobierno-peruano-pide-perdon-a-los-pueblos-afroperuanos/

Perú: El Estado peruano pide perdón a los afroperuanos
Por Wilfredo Ardito Vega
http://reflexionesperuanas.lamula.pe/2009/11/30/rp-280-el-estado-pide-perdon-a-los-afroperuanos-un-primer-paso-frente-a-una-deuda-historica/

http://blog.pucp.edu.pe/item/80206
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07 de Diciembre de 2009
PALABRAS DEL SEÑOR PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA, ALAN GARCÍA, AL PEDIR PERDÓN HISTÓRICO A POBLACIÒN AFROPERUANA


Gran Comedor, Palacio de Gobierno
07 de Diciembre de 2009
http://www.presidencia.gob.pe/discurso.asp


Señoras y señores
Queridos hermanos y hermanas afro peruanos


Estremece mi alma este momento, porque siento profundamente lo que son las injusticias, y en verdad la esclavitud ha sido la mas horrorosa de las injusticias.


En la historia de los seres humanos, puede uno matar, puede uno odiar, pero condenar una persona a la condición de cosa, es la más horrorosa de las injusticias que la especie humana puede haber cometido a lo largo de su historia.


Por eso, me acuerdo escuchándolos ahora, de los niños, de las mujeres, de los jóvenes que fueron capturados con redes, a golpes, en las playas y en las pampas de Angola, del Congo, de Guinea como si fueran cosas, traídos en barcos y para evitar el peligro de ser acusados de contrabando, escúchenme, a veces arrojados en pilas encadenadas al mar, cuando algunas vez un barco de comercio negrero se cruzaba con algún barco supervisor extranjero, echaban al mar a los seres humanos, encadenados para que no quedaran pruebas.


De manera que no es solamente sobre la superficie de la tierra sino en la profundidad del mar, donde esta el recuerdo de esta horrorosa injusticia, quitarle a un ser humano, criatura de Dios su dignidad, su igualdad, comprarlo, venderlo, ignorar en absoluto, su razón, sus emociones, y tratarlo como una propiedad, es algo que no he llegado a entender como puede uno ser parte de una especie, capaz de hacer y cometer esos crímenes.


Pero, eso es solamente un aspecto, el otro es que se abrió paso a través de la esclavitud, el racismo, porque al comienzo hubo esclavos blancos que eran capturados en cualquier guerra , pero, poco a poco todo fue concluyendo a que la esclavitud fuera solo sobre la raza negra, y aún los que habían sufrido esclavitud sobre sus pueblos, se volvieron esclavistas para capturar hombres y mujeres de raza negra.


Y es este segundo aspecto el que continua a lo largo de nuestra historia con la exclusión, a veces con el desprecio estúpido de quien por tener un color distinto se cree superior, eso demuestra solamente su bajeza, su inferioridad psicológica, su despreciable ser.


No hay peor cosa ni mayor insulto a uno mismo que el ejercicio de la esclavitud y el ejercicio de la exclusión racial, porque eso confina a cualquier ser humano a la categoría de bestia, siempre lo he sentido así, por eso Dios ha querido y la promoción de la congresista Moyano, y que la ministra recogiera rápidamente, esa idea que estemos aquí reunidos para un acto inédito, para un acto sin precedentes, para pedir perdón al pueblo afro peruano, pero más profundamente perdón a la raza negra.


Que se escuche nuestra voz hasta los países diezmados por el comercio esclavista, que arrancaron tantos hombres y mujeres por millones, por millones para llevarlos a los extremos del mundo a trabajar en las plantaciones azucareras del Pacífico, a trabajar en Australia a venir aquí y a muchos otros lugares.


Este esclavismo, que es la mayor de las injusticias humanas, trajo también en concreto para cada hombre y mujer, dolor, dolor físico, dolor de cadenas, dolor de cepos, dolor de latigazos, dolor de desprecio.


Y yo me acuerdo de los millones, decenas de millones de hombres y mujeres que han sufrido ese dolor por tener la piel de otro color, esto no fue ni cristiano ni humano siquiera; por eso, yo sé en la intensidad de mis palabras la importancia que tiene esto que pocos pueden entender a veces, pedir perdón humildemente a los afro peruanos y a los negros, por que han sido excluidos martirizados, aherrojados, comerciados, despreciados.


Miren lo cierto y de una forma empírica desde niño, he tenido mis amigos afro peruanos y una vez he visto y he tenido el honor de condecorar a uno de ellos que sigue produciendo el sango africano, y cuando lo condecore a Piñeyro, no faltaron voces que decían cómo puede condecorar a un dulcero de la calles, un hombre que durante 46 años ha vendido su mercancía humilde y con eso ha convertido en profesionales a sus hijos y ha vivido honestamente y alegremente llevando alegría a todos. En el fondo lo que había racismo, cómo pueden condecorar a un negro, eso es lo que decían porque eso es lo que todavía lo que arrastra, la bola de fierro la tienen ahora en los pies quienes piensan así, por eso no dejan caminar al Perú.


Y yo digo que la piel negra es una bandera de reivindicación de nuestro tiempo y tenemos que enaltecerla, y por eso este acto de perdón, pedir perdón a los pueblos de donde vinieron hace 5 siglos los antecesores, a los que buscaron su libertad en los palenques y en las repúblicas negras, de los que escaparon de la esclavitud y crearon sus propias democracias, pequeñas y resistentes; pedirles perdón a los que han sufrido exclusión, desprecio, mirada furtiva, que mi hija no se case con él, denle trabajo al otro; todo esto es simplemente atraso mental de un país que debiera ser, por haber sufrido en conjunto muchas cosas, invasiones y conquistas, el primer país en reivindicar la libertad como principio, la igualdad, la fraternidad.


Y por eso tenemos que construirla poco a poco con actos como éste, que son simbólicos, pero donde el Jefe del Estado, y con todo corazón, con todo sentimiento le pide perdón en nombre del Estado peruano, del Estado colonial, no solo del Estado republicano, del Estado virreynal, les pide perdón en nombre de todos los que han cometido injusticias contra la raza negra que fue volviéndose afro peruana.


Le pedimos perdón en nombre de esos odiosos capitanes de barco que prestaban sus servicios para trasladarse de sus manos encadenados, les pedimos perdón en nombre del alma, tal vez ya redimidas de esas culpas, de todos los que comerciaron con seres humanos comprándolos, vendiéndolos, de los pseudo señores de las casas de Lima, y de las haciendas de la costa que utilizaron el trabajo esclavizado, no pagado, sub alimentando, despreciando al hombre por ser negro; le pedimos perdón en nombre de los que luchando por la independencia, y hay que decirlo, engañaron a la raza negra ofreciéndole libertad a cambio de que se sumaran a los ejércitos, esa es la verdad, la verdad verdadera, la verdad de una historia que no se escribe ni la pienso para servir intereses económicos ni construir ilusiones; aquí llegaron los ejércitos independientes y desde Colombia dijeron libertad para los que se integren al ejército patriota, libertad para los que se suban a la expedición que va desde Mendoza hasta Santiago de Chile y después al Perú, dona libertad por el principio de la igualdad liberal, democrática, moderna, si no una libertad a cambio de otra esclavitud, usar sus fuerzas en los campos de batalla.


Que Dios perdone a todos estos que han engañado así, porque a pesar de haber ofrecido la libertad la esclavitud continúo después del 28 de Julio de 1821; que Dios perdones a esos gobernantes de 1854, 57, que solamente por ganar a los congresos liberales aceptaron terminar con la esclavitud y usaron a los esclavos como un argumento para dar dinero a las grandes familias porque así fue.


Aquí la libertad no se dio por principio, tú eres libre porque eres mi hermano, porque Dios te ha hecho igual a mi, acá la libertad se dio a cambio de comprar la libertad ¿y para qué sirve eso?, para enriquecer al que se declara dueño de esclavos, y todos saben cómo se inventaron nombres y filas de esclavos morenos para cobrar más las familias, que Dios los perdone por ese negociado infernal.


No voy a usar el nombre de gobernantes del Perú, a los cuales la derecha ha construido como grandes e importantes, que tomaron el dinero del guano para pagar la deuda de la independencia que el Perú tenia con las familias más ricas, pidieron autorización para pagar 1 millón y pagaron 43 millones y así enriquecieron a los consignatarios, a los guaneros a los civilistas, a los derechistas, y después les compraron sus esclavos y sus negros pagándoles por cada uno; esa es la historia de la Patria, historia de injusticia; nosotros pedimos perdón en nombre de todo eso, perdón por la exclusión que después ha heredado nuestra Patria; perdón por que la España virreynal nos dejó una escalera de castas donde todo dependía del color o semi color de cada uno, soy negro o soy chino porque soy hijo de negro e indio o soy mestizo o soy santo para atrás o soy tercerón o soy quinterón; las muchísimas castas y cada una tiene un derecho de usar tal color, de montar o no a caballo, de vivir en tal barrio o en tal otro barrio; una sociedad donde San Martín de Porres, el santo, no pudo ser religioso y tuvo que ser donado al convento y en donde los sacerdotes lo recibieron en calidad de donado, como una cosa; esa es la verdad de la historia, yo no me sumo a una historia que oculta verdades, yo no me sumo a una historia escrita con un pago bajo la mesa para escribir lo que quieren los grupos de poder.


La verdadera historia, es la historia de la exclusión de los humildes, de los esclavos, de los más pobres pero, la raza negra es mucho más que eso, sí señor porque tiene el imperio de sus atributos físico-intelectuales, de su música, cuanto ha aportado el antecedente africano a nuestra Patria en la música, en el canto de las rimas y las décimas de Nicomedes Santa Cruz o del Jefe de mi Casa Militar el general Urcaguieri.


Cuánto, cuánto ha aportado en el arte de Victoria Santa Cruz o en el toreo de Rafael Santa Cruz o en Gil de Castro o Pancho Fierro, ¿qué sería de nuestra comida que hoy día quieren elevar a nivel mundial sin el aporte de la sazón negra africana afro peruana, qué sería?, ¿qué sería de nuestra música sino nos hubiera llegado de más allá del mar?, que es ese lado bueno de este comercio terrible, el ritmo, el son que después se convirtió en la ilustre batería, en el jazz moderno; todo eso es aporte de la raza negra.


Entonces no solamente les pido perdón a sus ascendientes y a quienes han sufrido y sufren actualmente exclusión sino que les agradezco el aporte en la cocina, en la música, en la religiosidad de nuestro Señor de los Milagros que incorporó todas las esencias del Perú a un Cristo Moreno, pintado por un esclavo negro, pero que continuaba con sus gallos al Dios Pachacamac, Señor de los Temblores, también festejado en el mes de octubre; entonces todo eso es un aporte que debe continuarse en la política, que debe continuarse en la literatura; yo le pedí al doctor Peralta, con el que nos encontramos cuando él llevaba 7 años estudiando el comercio esclavista en América Latina en el Archivo de Indias de Sevilla, y es quien más conoce barco a barco, de donde vinieron, qué sufrieron, qué pasó, y él nos ha mencionado aquí las muestras literarias pictóricas, adelante, adelante porque la raza negra tiene un componente adicional, es alegre.


¿Saben qué?, yo estoy alegre en mi vida por una razón, jamás desde 1985 he perdido una elección en El Carmen ni en otros lugares característicamente afro peruanos, jamás; y entonces, ¿por qué?, seguramente porque nuestras sangres se entienden y saben que también tenemos lo nuestro porque es verdad, Manongo de raza latina o tener de inga o mandinga, con orgullo, con orgullo, por eso somos alegres y no nos rendimos.


Hablo a los millones de peruanos que tienen en mayor o nivel componente de sangre negra, y dentro de los cuales estamos; les hablo con alegría en este día en que limpiamos las culpas del Estado, de la historia y pedimos perdón; y les digo que necesito también su ayuda para desterrar ldel Perú la desigualdad, la exclusión, el desprecio, el conflicto racial.


Finalmente un país puede ser grande no solo por el volumen de sus construcciones hidroeléctricas, grandes carreteras, puede ser grande por la hermandad de quienes viven sobre él; y lo que nos falta aquí es construir también esa hermandad profundizando nuestras políticas de equidad, de incorporación de inclusión y reconociéndonos hermanos.


Mi llamado a todas las instituciones del Perú, a los clubes, desde los más ricos, hasta los mas humildes, no hagan exclusión con peruanos que representan a millones de peruanos.


Mi llamado a todas las instituciones estatales y privadas para que escuchen nuestra voz de pedido de perdón y entiéndanlo en la profundidad de lo que esto significa.


Yo no vengo a pedir votos, yo no soy candidato, pero sí soy un presidente responsable de la continuidad del Perú y de su vieja historia, y siente y sabe qué injusticias horribles se han cometido.


Pasará mucho tiempo todavía hasta que las olvidemos y superemos pero tenemos hermanos míos muchísimo tiempo sobre la faz de la tierra para hermanar nuestras sangres y unir nuestra razas y ser de verdad mejores, por ser verdaderos cristianos que reconocen la igualdad y la hermandad de todas las razas y de todas las naciones.


En nombre del Perú, de los que me escuchan, de los que no están, reitero nuestro pedido de perdón; en nombre de todas las instituciones nacionales pasemos esa página horrible y enrumbémonos hacia el futuro del Perú.


Muchas gracias.

Lima, 07 de Diciembre de 2009